lunes, 10 de diciembre de 2007

LO QUE HAY QUE AGUANTAR


Al igual que en los actos de lanzamiento y de cierre de su campaña, Cristina Fernández de Kirchner volvió a elegir hoy las tonalidades claras para su vestimenta en la jornada de asunción presidencial. Fiel a su extremo cuidado de imagen, lució un vestido blanco con un tapado de encaje a tono por debajo de la rodilla y mangas tres cuartos, que combinó con zapatos de taco alto y el cabello suelto sobre los hombros. Consiguió así resaltar los colores de la banda presidencial, especialmente diseñada para ella en terciopelo y con algunos toques femeninos como el bordado de hilo de oro de imágenes en miniatura de la Libertad y de la República. Respecto a la apariencia de su cabello, pese a que anoche, la presidente electa lució un peinado recogido durante la ceremonia protocolar de saludo a jefes de Estado y dignatarios internacionales, en esta ocasión, optó de nuevo por el pelo suelto. De todas maneras, lejos del perfil desaliñado de su marido, Cristina llega a la presidencia con un marcado look propio: amante de la ropa y la moda, nunca repite un modelo, al menos en público, y admite que "siempre" se "arregló y pintó como una puerta".

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