LA NACION, 29/7/2007.-
Dibujos animados
Señor Director: "Simplemente quisiera compartir con los demás lectores mi desilusión frente a los mensajes que últimamente presentan las diferentes opciones de dibujos animados para la platea infantil en estas vacaciones. "En Ratatouille, el protagonista termina siendo hijo de la amante del cocinero. En Shrek por segunda vez hay que tolerar una princesa travesti y poner cara de quien será ésta frente a las preguntas de los chicos. Por último, en El Arca también se hace alarde del mundo homosexual, con un mono afeminado cuya pareja es una muy masculina chimpancé y cuyo león y futuro rey de la selva usa ruleros y rehúye de su responsabilidad como tal. ¿Será posible que no podamos sentarnos tranquilos a ver dibujitos animados?"
Camila Campora de Arrighi DNI 24.030.116
EL PAIS, 29/7/2007.-
Parece mentira
Izaskun Álvarez Cuartero - Salamanca - 29/07/2007
En 1946 suben al poder, después de conseguir el 54% de los votos, Juan Domingo Perón y su esposa, Eva Duarte. La pareja presidencial, más digna de una telenovela que de merecer la presidencia de un extraordinario país como Argentina, subsiste en la retina del imaginario político argentino hasta el día de hoy. El Gobierno peronista pasó a la historia de América por imprimir al ethos nacional un sesgo populista, intervencionista y de falso patriotismo, que lamentablemente permanece en su praxis política como si de una secuencia genética se tratase. Un ejemplo de esto es que la actual candidata a la presidencia del país Teresa Fernández de Kirchner todavía se identifique, en pleno siglo XXI, con "la Eva Perón del rodete y el puño crispado frente al micrófono, y no con la Eva milagrosa con la que dice que se reconocía su madre", y que la califique como personaje sublime, cuando su reinado y el de su marido fueron cuestionados por filofascistas hasta por Estados Unidos. Un ejemplo extraordinario es su compadrazgo político con el dictador español Francisco Franco, que recibió la ayuda argentina, en medio del aislamiento de castigo de los aliados, como si de un Plan Marshall se tratara. Dicho auxilio llegó a golpe de discursos, estolas de armiño y retransmisiones radiofónicas; de palabras caritativas a un pueblo diezmado por el hambre, el miedo y las sombras más grises de una dictadura feroz y aniquilante. Las imágenes de los noticieros del régimen identificaron a su adorada Evita con la represión y la ignominia de la dictadura española, que utilizaba y se valía para mantenerse en el poder de cómplices como los Perón, aunque viniesen con cientos de toneladas de pan debajo del brazo. Yo no me identifico con ninguna de esas dos Evitas, señora Fernández de Kirchner; si en Argentina siguen tragándose estos sapos, estupendo, allá ustedes. A mí no se le ocurra venderme el producto. Ya está caducado.
Izaskun Álvarez Cuartero - Salamanca - 29/07/2007
En 1946 suben al poder, después de conseguir el 54% de los votos, Juan Domingo Perón y su esposa, Eva Duarte. La pareja presidencial, más digna de una telenovela que de merecer la presidencia de un extraordinario país como Argentina, subsiste en la retina del imaginario político argentino hasta el día de hoy. El Gobierno peronista pasó a la historia de América por imprimir al ethos nacional un sesgo populista, intervencionista y de falso patriotismo, que lamentablemente permanece en su praxis política como si de una secuencia genética se tratase. Un ejemplo de esto es que la actual candidata a la presidencia del país Teresa Fernández de Kirchner todavía se identifique, en pleno siglo XXI, con "la Eva Perón del rodete y el puño crispado frente al micrófono, y no con la Eva milagrosa con la que dice que se reconocía su madre", y que la califique como personaje sublime, cuando su reinado y el de su marido fueron cuestionados por filofascistas hasta por Estados Unidos. Un ejemplo extraordinario es su compadrazgo político con el dictador español Francisco Franco, que recibió la ayuda argentina, en medio del aislamiento de castigo de los aliados, como si de un Plan Marshall se tratara. Dicho auxilio llegó a golpe de discursos, estolas de armiño y retransmisiones radiofónicas; de palabras caritativas a un pueblo diezmado por el hambre, el miedo y las sombras más grises de una dictadura feroz y aniquilante. Las imágenes de los noticieros del régimen identificaron a su adorada Evita con la represión y la ignominia de la dictadura española, que utilizaba y se valía para mantenerse en el poder de cómplices como los Perón, aunque viniesen con cientos de toneladas de pan debajo del brazo. Yo no me identifico con ninguna de esas dos Evitas, señora Fernández de Kirchner; si en Argentina siguen tragándose estos sapos, estupendo, allá ustedes. A mí no se le ocurra venderme el producto. Ya está caducado.
EL PAIS, 29/7/2007.-
Doble rasero
Arturo Guerrero Enterría - Madrid - 29/07/2007
Prohibidas las chanclas en la Casa Blanca. Bush tampoco permite en verano vaqueros, deportivas, pantalón corto y camisetas (EL PAÍS, 27-7-2007). Hans Küng, en su libro El islam, trata el tema del método del doble rasero (double standards). Según Küng, en la actualidad se valoran con diferente vara de medir los acontecimientos que suceden en lo que se denomina "Occidente", en contraposición con aquellos que suceden en otros espacios geográficos. ¿Qué pasaría si este mismo hecho tuviese otro protagonista, sucediera en otro sitio y el titular fuese el siguiente? "Prohibidas las chanclas en la residencia del presidente de Irán. Ahmadineyad tampoco permite en verano vaqueros, deportivas, pantalón corto y camisetas". Posiblemente, la reacción suscitada por esta noticia hubiese sido otra, y la repercusión mediática, también. Habría que revisar el tratamiento de estos asuntos. Por un lado, para no permitir con ello que lo anecdótico pase a ser algo relevante y lo relevante pase como algo anecdótico, y, por otro, para evitar tratar temas de igual relevancia de manera desigual dependiendo de los protagonistas y de la zona en que se produce. Es evidente que hay que denunciar el retroceso de las libertades en Irán, pero también hay que denunciar el retroceso de las libertades en Estados Unidos desde los atentados del 11-S.
Arturo Guerrero Enterría - Madrid - 29/07/2007
Prohibidas las chanclas en la Casa Blanca. Bush tampoco permite en verano vaqueros, deportivas, pantalón corto y camisetas (EL PAÍS, 27-7-2007). Hans Küng, en su libro El islam, trata el tema del método del doble rasero (double standards). Según Küng, en la actualidad se valoran con diferente vara de medir los acontecimientos que suceden en lo que se denomina "Occidente", en contraposición con aquellos que suceden en otros espacios geográficos. ¿Qué pasaría si este mismo hecho tuviese otro protagonista, sucediera en otro sitio y el titular fuese el siguiente? "Prohibidas las chanclas en la residencia del presidente de Irán. Ahmadineyad tampoco permite en verano vaqueros, deportivas, pantalón corto y camisetas". Posiblemente, la reacción suscitada por esta noticia hubiese sido otra, y la repercusión mediática, también. Habría que revisar el tratamiento de estos asuntos. Por un lado, para no permitir con ello que lo anecdótico pase a ser algo relevante y lo relevante pase como algo anecdótico, y, por otro, para evitar tratar temas de igual relevancia de manera desigual dependiendo de los protagonistas y de la zona en que se produce. Es evidente que hay que denunciar el retroceso de las libertades en Irán, pero también hay que denunciar el retroceso de las libertades en Estados Unidos desde los atentados del 11-S.
1 comentario:
Muy bien camisa blanca o azul
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